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Foto del escritorElpidio Pezzella

Contra el desgaste de la vida

"Esfuérzate por presentarte ante Dios como un hombre aprobado, un obrero que no tiene de qué avergonzarse, que corta correctamente la palabra de verdad".

2 Timoteo 2:15

Estamos sujetos a desgaste todos los días. Los eventos y compromisos diarios debilitan nuestras energías y también consumen nuestra parte espiritual. Contra el desgaste de la vida, un antiguo anuncio recomendaba un amaro de alcachofa. El apóstol Pablo, como persona madura y experimentada, exhortó así al joven e inexperto Timoteo: "Revive el don que hay en ti" (2 Timoteo 1: 6) y "no descuides el don" (1 Timoteo 4:13). La soledad y la crítica, a pesar de todas nuestras buenas intenciones, son dos criadas que nos acompañarán en momentos particulares de nuestra vida y de nuestro servicio. Una serie de tensiones se convertirán en amargas decepciones o tristes consideraciones, dificultando el mantenimiento de la integridad. Por eso me gustaría animarte a que no dejes que se apague la luz que hay en ti: tu sueño, tu fantasía, tu pasión. Si eres un creyente, un secreto es recurrir a los recursos espirituales.


La vida devocional necesita curarse con el tiempo. La mayoría de las veces recurrimos a la oración y al estudio de la Biblia por necesidad, usándolos como dos muletas. Por otro lado, quienes aspiran a involucrarse en la obra de Dios deben relacionarse con ellos como dos aliados, dos compañeros de batalla para tener a su lado, siempre. Jesús aconseja a los discípulos que no abandonen la oración, incluso en Getsemaní: «Cuando llegó al lugar, les dijo: 'Orad para que no entréis en tentación'» (Lc 22:40). El apóstol Pablo exhortó al joven Timoteo a cortar la "palabra de verdad", lo cual es imposible sin el conocimiento adecuado, fruto del estudio y la profundización. Si nuestro cuerpo está sostenido por dos piernas, el discipulado no puede apoyarse en una sola, en el sentido de que no podemos preferir la oración al estudio o viceversa, pero una no excluye a la otra. De hecho, si intentas pararte sobre una pierna terminas cojeando y sin caminar; como máximo, puede saltar, pero no podrá trazar un camino regular. Asimismo, cuando servimos al Señor no debemos cojear, sino caminar y, a veces, incluso correr; lo que sería imposible con una sola pierna.


La oración y el estudio no facilitan el servicio, pero ayudarán a limitar los errores y fortalecerán nuestro camino. Con la oración escuchamos a Dios; con el estudio estamos equipados para que todo lo que hacemos sea homologado. Pablo exhortó a Timoteo a no hacer nada de lo que luego pudiera avergonzarse. Para cortar adecuadamente la palabra de verdad, es necesario un estudio realizado con compromiso y dedicación, acompañado de oración. A veces se piensa que estudiar la Palabra significa aprender todo sobre los libros de la Biblia, su historia y formación, incluso conociendo el idioma original y la crítica textual, o tantos comentarios como sea posible relacionados con cada versículo. Esto no es lo que necesitan los que estudian la Palabra, sino la aptitud para la investigación, el equipo y la preparación, que también incluye el conocimiento de las Escrituras históricas y los antecedentes culturales y educativos. Si miramos nuestra vida, no creo que nadie sea tan presuntuoso como para afirmar que dedican suficiente tiempo a la oración. Quiero señalar que cuando dedicamos tiempo personal a la oración de manera asidua y constante en el tiempo, esto puede convertirse en una forma de silenciar nuestra conciencia, como diciendo que cumpliendo con la tarea de orar, hemos hecho lo necesario. por el servicio. Lo que es diferente es la actitud y la búsqueda constante de comunión, incluso en medio de nuestras actividades. Queriendo hacer referencia a una relación sentimental, sabemos que el contacto y la cercanía son necesarios para nutrirla.


Querida, dedica tu vida a la oración en busca de la guía y la ayuda divinas. Vive el día anhelando el momento de estar con Dios, sin dejar que los asuntos de la vida se adormezcan, como les sucedió a los discípulos. Haga una lista de los desafíos actuales para presentar al Señor en busca de ayuda. Si le apetece, hable con un ministro amigable, revise sus prioridades, proceda por niveles y tome las decisiones adecuadas. Cultivar una relación con el Señor a través de la oración también nos ayudará a profundizar en las Escrituras. Tenemos mucho trabajo por hacer.



Plan de lectura semanal

de la Biblia n. 24

07 junio 2 Crónicas 28-29; Juan 17

08 junio 2 Crónicas 30-31; Juan 18: 1-18

09 junio 2 Crónicas 32-33; Juan 18: 19-40

10 junio 2 Crónicas 34-36; Juan 19: 1-22

11 junio Esdras 1-2; Juan 19: 23-42

12 junio, Esdras 3-5; Juan 20

13 junio Esdras 6-8; Juan 21



 

Foto di Amir Darafsheh, www.freeimages.com




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